Esta bebida refrescante será tu mejor compañera durante todo el verano, ya que no sólo te hidrata, sino que aporta nutrientes que apoyan tu respuesta inmune.
Hervir cuatro tazas de agua. Dejar a un lado por 1 minuto.
Remoja el té verde en el agua caliente durante 2-3 minutos. Retirar los sobres de té y reservar.
Calienta una taza de agua en una cacerola. Agrega el azúcar y jengibre, y revuelve hasta que toda el azúcar se disuelva. Pon a un lado y enfría.
Guarda el té verde y el jarabe de jengibre en el refrigerador.
Cuando esté listo para servir, vierte el té verde en un vaso con hielo (si lo quieres muy frío) y endulza con el jarabe de jengibre.
Decorar con las hojas de menta fresca (opcional).
* Los tés helados necesitan más té de lo normal, ya que la temperatura fría atenúa el sabor. Usa el doble de la cantidad de té que harías para hacer una taza normal.
Ingredientes
Instrucciones
Hervir cuatro tazas de agua. Dejar a un lado por 1 minuto.
Remoja el té verde en el agua caliente durante 2-3 minutos. Retirar los sobres de té y reservar.
Calienta una taza de agua en una cacerola. Agrega el azúcar y jengibre, y revuelve hasta que toda el azúcar se disuelva. Pon a un lado y enfría.
Guarda el té verde y el jarabe de jengibre en el refrigerador.
Cuando esté listo para servir, vierte el té verde en un vaso con hielo (si lo quieres muy frío) y endulza con el jarabe de jengibre.
Decorar con las hojas de menta fresca (opcional).
* Los tés helados necesitan más té de lo normal, ya que la temperatura fría atenúa el sabor. Usa el doble de la cantidad de té que harías para hacer una taza normal.